Clanci Rosa, periodista y activista feminista de su causa #JusticiaParaBeatriz
Este trabajo audiovisual da cuenta de un momento histórico en esta lucha, que fue la audiencia en la CoIDH en marzo de 2023, pero también es la fuerza de los activismos centroamericanos, cómo se han movilizado por el caso de Beatriz y su demanda frente a un Estado que no garantiza el acceso de las mujeres a un aborto ni siquiera para salvar sus vidas.
Cofundadora y editora general de Revista La Brújula, medio digital feminista, es Máster en Gestión Estratégica de la Comunicación por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Graduada de la licenciatura en periodismo de la Universidad de El Salvador.
El caso de Beatriz, una mujer salvadoreña que solicitó la interrupción de su embarazo por riesgo a su vida, surge para narrar la lucha por los derechos reproductivos en Centroamérica.
El documental se centra en la historia de Beatriz, una mujer salvadoreña que en 2013 solicitó la interrupción de un embarazo de alto riesgo, pero se le negó, reflejando la lucha por los derechos reproductivos en El Salvador y Centroamérica. A través de la audiencia en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) en marzo del año pasado, el documental narra el activismo en la región y la situación actual del aborto, que está completamente penalizado en El Salvador desde 1998. Varios grupos, incluyendo la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto y la Colectiva Feminista, están involucrados en el caso, esperando una sentencia favorable que reconozca las violaciones de derechos de Beatriz y promueva cambios en la legislación. Aunque el gobierno salvadoreño actual ha mostrado una postura firme contra el aborto, se espera que la sentencia de la Corte, al ser vinculante, pueda tener un impacto en las políticas y en el debate sobre los derechos humanos en el país.
¿Cómo surge el documental sobre el caso de Beatriz: el grito centroamericano por justicia reproductiva?
El documental narra la historia de resistencia y de lucha por el caso de Beatriz, que pidió al Estado la interrupción de su segundo embarazo luego de que se diagnosticara una malformación que impedía que se desarrolle el cráneo y el cerebro, e imposibilita la vida fuera del útero. Este trabajo audiovisual da cuenta de un momento histórico en esta lucha, que fue la audiencia en la CoIDH en marzo de 2023, pero también es la fuerza de los activismos centroamericanos, cómo se han movilizado por el caso de Beatriz y su demanda frente a un Estado que no garantiza el acceso de las mujeres a un aborto ni siquiera para salvar sus vidas.
Para quienes integramos la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, el registro audiovisual refleja esa energía, esa lucha, ese apoyo y respaldo, porque no sólo se involucran quienes defienden los derechos sexuales y reproductivos, también la madre de Beatriz que continúa buscando justicia.
¿Cuál es la situación del aborto actualmente en El Salvador?
El aborto está penalizado de manera absoluta. Desde el 1998 la interrupción de un embarazo no se permite en ninguna circunstancia. No se le permitió a Beatriz, pese a los dictámenes médicos que desde el primer momento establecían la interrupción del embarazo como procedimiento inmediato para salvaguardar la vida de Beatriz, a la exigencia social y de organizaciones sociales, así como el monitoreo de los organismos de derechos humanos, el Estado salvadoreño se negó a autorizar el procedimiento. Beatriz fue forzada a continuar con el embarazo inviable durante casi tres meses más, a costa del detrimento de su salud y la pérdida de años de vida.
Criminalización del aborto como tortura
¿Y cómo surge la necesidad de documentar el caso de Beatriz? ¿Qué organizaciones están detrás de eso y qué es lo que viene?
El caso de Beatriz, en la CoIDH, está representado por cuatro organizaciones colitigantes. En el caso de El Salvador son la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto y la Colectiva Feminista, acompañadas por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) e IPAS y lo que se espera para este año es una sentencia condenatoria para el Estado salvadoreño porque quedó en evidencia cómo se le violentaron los derechos a Beatriz y cómo hubo tortura, incluso, en su caso para llevar a término un embarazo de alto riesgo.
Esperamos que se pueda sentar un precedente de jurisprudencia internacional para que los Estados que son firmantes de la Convención Americana, y que están bajo estos instrumentos, puedan adecuar sus normativas a estándares internacionales de derechos humanos.
¿Crees que a partir de la resolución de la Corte se genere un cambio en las políticas del actual gobierno de Nayib Bukele, que pueda permear la agenda de derechos humanos de las mujeres, se abra la desde los movimientos feministas, desde quienes están haciendo parte de la causa de Beatriz?
En estos momentos en El Salvador existe una concentración de poderes y la posición del gobierno -lo ha dicho mil veces- es que el aborto no será permitido. Hay que recordar que las sentencias de la Corte no son un mandato para el gobierno de turno, sino más bien es contra de un Estado. Si Nayib Bukele se niega a cumplir esa sentencia quedará en evidencia que los derechos sexuales y reproductivos no son parte de su agenda y también será una oportunidad de medir la democracia y la situación de derechos humanos, cuando hay un gobernante que insiste en que los derechos de las personas son respetados.
Se anticipa que la decisión de la Corte impacte la política del Estado salvadoreño, aunque el actual gobierno ha mostrado resistencia a permitir el aborto. Sin embargo, la sentencia podría establecer un precedente internacional y servir como una forma de justicia restaurativa para la familia de Beatriz y otros en situaciones similares.
*Por Fabiola Gutiérrez, coordinadora de la Red de Periodistas y Comunicadoras Feministas de Chile, integrante de la coordinación colegiada de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género y redactora en Mujeres en el Medio.