Documentación
3 de Agosto 2018

Las cifras que justifican rebelarnos

Los resultados de cuatro estudios exploratorios vía encuestas on line, permiten concluir lo dañinas que son las representaciones de las mujeres en los medios de comunicación. El análisis realizado por la socióloga y directora de contenidos de La Rebelión del Cuerpo Camila Mella, advierte que la presión constante que se ejerce sobre niñas, adolescentes y mujeres por alcanzar un ideal de belleza femenino, debiese ser comprendido como un problema social.

No es casual que al momento de escribir estas líneas,  la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya ubicado a Chile en el primer lugar mundial al momento de comprar el porcentaje de la población que padece depresión, con el 17,5%. El mismo organismo, además, ratifica a Chile como uno de los dos países (junto a Corea del Sur), donde la tasa de suicidio de niños/as y adolescentes aumenta cada año en vez de disminuir. No es casual, tampoco, que la Organización Panamericana de la Salud (en su Informe Anual 2016) reconozca a los trastornos de la conducta alimentaria como los trastornos mentales más comunes entre las mujeres de la región. Tampoco es azaroso que el Ministerio de Salud (ya en su Anuario de Estadísticas Vitales de 2013) reconozca a los trastornos de la conducta alimentaria como la tercera enfermedad crónica más común entre adolescentes (después de la obesidad y el asma). No es mera casualidad que el mismo organismo en el mismo informe haya registrado 7.808 casos de trastornos de alimentación en menos de 0 a  5 años, y 14.152 casos entre menores de 6 a 10 años.

A la luz de las cifras analizadas en los cuatro estudios de carácter exploratorio realizados por La Rebelión del Cuerpo, nuestra apuesta como colectivo es a rebelarnos y a revelar que la exposición irrestricta e irresponsable a estereotipos de género y de belleza representa un problema tanto social como individual. Sabemos, sin embargo, que no se reconoce como “problema social” porque sus consecuencias son limitadas a lo personal, a lo privado, y a lo individual; o es denigrado frente a otros temas más relevantes, como las elecciones presidenciales o la política macroeconómica. Clases, sin embargo, de rebeldía y valentía nos han dado las estudiantes feministas durante el último mes.

“…la libertad de expresión no puede atentar contra la dignidad humana y no puede limitarse a ser un criterio de libre mercado.”

Esto nos llama aún más a investigar, comunicar, y educar sobre la necesidad de una educación no sexista y de una comunicación de masas socialmente responsable. Entendemos que decir “responsabilidad social” choca con el concepto de “libertad de expresión”. Nos parece que esta es una confusión que no procede: la libertad de expresión no puede atentar contra la dignidad humana y no puede limitarse a ser un criterio de libre mercado.  Tampoco cualquier intento regulación a nivel de comunicación de masas puede ser interpretado como un intento de censura. Resulta que, muchas veces, se nos olvida que la libertad de expresión no es democrática sino que reside en el juicio de los propietarios de los medios de comunicación y de las agencias de marketing y publicidad, que muchas veces privilegian sus intereses económicos por sobre su rol social. Así, por ejemplo, se pretende vaciar a los estereotipos de belleza de su rol social para convertirlos en mera mercancía. Sin embargo, los efectos que quedan y nuestras cifras lo demuestran.

” …los medios de comunicación, el marketing y la publicidad deben mostrar no sólo a los discursos que cuestionan los estereotipos de género sino que también imágenes diversas de lo que significa ser mujer hoy.”

Como La Rebelión del Cuerpo nuestra apuesta es abogar por la responsabilidad social en la comunicación de masas. En este sentido, entendemos que los medios de comunicación, el marketing y la publicidad deben mostrar no sólo a los discursos que cuestionan los estereotipos de género sino que, también, a imágenes diversas de lo que significa ser mujer hoy. La lógica es sencilla: si las palabras y las imágenes construyen sentido común, lo que no se nombra no existe, y si no se muestra, tampoco. Por ello, apelamos a la exposición de mujeres reales y diversas, con distintos cuerpos, intereses, y ocupaciones, en pos de revertir la socialización que sólo nos limita a ser femeninas, delgadas y sensuales. No se olvide que el objetivo último es la promoción de la equidad de género y ayudar en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. ¿Qué queremos decir con eso? Pues que todas las personas somos seres humanos y, en cuanto tales, nuestra apariencia y nuestro género son irrelevantes en términos de oportunidades y derechos sociales. Compañeras, somos diversas, únicas, y mutifacéticas Por eso, rebelémonos.

Por Camila Mella, socióloga (Universidad de Chile), postítulo en métodos estadísticos aplicados a la investigación en ciencias biológicas y de la salud (Universidad de Chile), candidata a doctora en Política Social (Universidad de Oxford) y directora de contenidos de La Rebelión del Cuerpo. Descarga acá el estudio Las cifras que justifican rebelarnos.