Críticas
17 de Octubre 2017
El papel de los medios de comunicación en la construcción de estereotipos
La mirada de los medios frente a la diversidad debe ser comprometida y empática. Mientras ello no ocurra, seguiremos siendo testigos de titulares penosos, defensas corporativas que rayan en la locura, creencias y estructuras que solo el usuario/a es capaz de derrumbar.
Hay una máxima en las comunicaciones que dice que “el medio es el mensaje”. Hoy, con unas redes sociales y una interacción cada vez más empoderada, podemos decir que esta máxima se cae: hoy para comunicadores y periodistas, es mejor tener claro que “el usuario/a es el mensaje”. Y frente a esta realidad, los medios a los que McLuhan aludió no se eximen sino que son cada vez más responsables de la realidad que pretenden reflejar.
Porque esa es otra máxima: inferir que reflejamos la realidad de las sociedades pero con la salvedad que las sociedades hoy en día han ido adquiriendo un despertar en torno a los derechos e injusticias cada vez más patentes. Y aquí no puede estar exento el feminismo. ¿Qué estamos reflejando entonces con titulares sexistas y que rayan en el absurdo? Por qué los medios y periodistas aún no adaptan su formación a este nuevo despertar de sociedades, juzgando de manera inmediata lo naturalizado, lo normalizado durante siglos.
La construcción parte desde que tenemos a la sujeta mujer como foco principal de lo que quiero informar. Ahí se desatan todos mis conceptos que tengo de la vida, valores, ideas, principios. Lógicamente, la estructura con la que fui domesticada. Si siempre la estructura fue que todas las mujeres son heterosexuales, blancas, esbeltas y lo contrario, es marginal, paria, “exótica”; entonces siempre revelaré a la sujeta en cuestión como la “diferencia” a la “norma”. ¿Con qué derecho trato, juzgo a la otra desde su apariencia o el deber ser de toda mujer? “La ministra hizo una pataleta”, es decir, las mujeres son histéricas, lloronas, débiles (…) no protestan, no reclaman, “patalean”.
Hoy para comunicadores y periodistas, es mejor tener claro que “el usuario/a es el mensaje”. Y frente a esta realidad, los medios a los que McLuhan aludió no se eximen sino que son cada vez más responsables de la realidad que pretenden reflejar.
El papel de los medios entonces es crucial, fundamental. Eso lo saben los medios y sus editores. Lo que es peor. Tienen que venir hombres también a cuestionarlos para que recién comiencen a evaluar que lo que publican no es lo adecuado. Porque si son mujeres – más encima- feministas, ese reclamo, “pataleta”, no tiene validez. “¡Feministas trasnochadas!”, decía un viejo editor que tuve como jefe.
La mirada de los medios frente a la diversidad debe ser comprometida, sensibilizada, empática. Mientras ello no ocurra, seguiremos siendo testigos de titulares penosos, defensas corporativas que rayan en la locura, creencias y estructuras que solo el usuario/a es capaz de derrumbar, eso que aún no llega a los medios.
Erika Montecinos Urrea es periodista especializada en comunicación digital y licenciada en comunicación social. También activista y coordinadora de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio.