Noticias
1 de Diciembre 2020

“Ser periodista en Twitter”: violencia digital y desigualdad de género en América Latina

¿Por qué razón se ejerce violencia en Twitter contra periodistas?  ¿Es diferente la violencia contra mujeres y contra varones? ¿Qué sienten las/os periodistas frente a esos ataques? El informe “Ser periodista en Twitter” revela que la violencia digital de género afecta la libertad de expresión de las y los periodistas de la región.

Ser Periodista en Twitter, es una investigación sobre violencia digital de género hacia periodistas realizada por Comunicación para la Igualdad (Argentina) y Sentiido (Colombia). Revela que las y los periodistas en América Latina reciben ataques en la plataforma digital Twitter por sus opiniones y, particularmente, por sus ideas políticas, más que por su trabajo informativo en medios de comunicación. El objetivo, según las investigadoras Lina Cuellar y Sandra Chaher, es silenciarles.

La investigación se realizó a través de herramientas de minería y análisis de datos a 66 cuentas públicas de periodistas: 7 mujeres y 3 varones por país, de Argentina, México, Colombia, Uruguay, Paraguay y Venezuela; y 3 mujeres y 3 varones de Nicaragua, obteniendo alrededor de 11.5 millones de datos.

Lina Cuellar de Sentiido aclara que el caso de Nicaragua fue capítulo a parte: “No pudimos aplicar la misma metodología porque los números de ataques a periodistas en Twitter no fueron suficientes, pero sí encontramos que las periodistas recibían ataques desde otros canales como mensajes de textos, Facebook, correo electrónico, WhatsApp, al punto de que han tenido que irse del país, cambiar de domicilio y línea telefónica, cerrar sus cuentas.”

Las periodistas, a diferencia de sus colegas varones, reciben más expresiones que ponen en duda su capacidad intelectual, cuestionamientos a su apariencia física y expresiones sexistas. También se hallaron ataques coordinados que incluyeron troleo de género y que fueron liderados por redes cercanas a los gobiernos de los países de estas periodistas.

Del análisis Ser Periodistas en Twitter se desprende que la mayoría de las personas entrevistadas, además de recibir agresiones y amenazas en canales externos a esta plataforma digital, vieron afectado su derecho a la libertad de expresión a partir de los ataques. En la mitad de los países de la muestra se identificaron un 30% más de comentarios vinculados a la apariencia física de las mujeres, llegando esto último a duplicarse en Argentina y Uruguay.

“La violencia de género digital hacia las periodistas tiene que ver con expresiones discriminatorias. Un 68% de las y los periodistas que recibieron ataques modificaron su intervención en Twitter u otras redes sociales, cambiaron sus comportamientos, se retiraron temporalmente o cerraron sus cuentas. Modificaron los temas acerca de lo que hablaban. El objetivo de acallar voces se cumple y la libertad de expresión es fundamental para la democracia”, explica la investigadora y periodista Sandra Chaher de Comunicación para la Igualdad.

Detalla que la investigación da cuenta que los troleos de género coordinados los realizan, en algunos casos, grupos afines a los gobiernos. Cita como ejemplos las agresiones digitales hacia la periodista Carmen Aristegui y la politóloga Denisse Dresser, ambas de México, y lo sucedido con la presentadora de radio y televisión, Camila Zuluaga de Colombia. La pregunta es, dice, “cuál es el valor de la libertad de expresión que estos gobiernos tienen y la protección que brindan. Los gobiernos tienen que activar la alfabetización digital porque hay toda una dimensión política en el uso de las redes sociales, operaciones políticas”.

Ser periodista en Twitter cuenta con una sección de análisis cualitativo, que se desarrolló por medio de entrevistas anónimas y semiestructuradas a 28 periodistas de los siete países, con el apoyo de investigadoras locales en la región. Sandra Chaher dice que en un 86% de los medios de comunicación no hubo entrenamiento previo en materia de seguridad digital a las y los periodistas. Lo hicieron con posterioridad a los ataques en línea. “Hay que llamar la atención de los medios porque no consideran que la violencia digital se manifiesta cuando se ataca a las cuentas personales de las y los periodistas; periodistas que además le generan tráfico a los medios en que trabajan”.

Las empresas de medios tienen que considerar que la violencia digital es importante y que la de género es diferente. No pueden desentenderse de los ataques que reciben sus periodistas en redes sociales. La sociedad civil debiera aprovechar esta vacancia, conocer más de la dimensión política de las redes sociales; y las empresas tienen la responsabilidad en pensar cómo trabajar la moderación de estos discursos, de estas operaciones que alteran los algoritmos sabiendo que hay una operación para inflar una etiqueta no orgánica”, concluye.